RESEÑA: ELEANOR & PARK-RAINBOW ROWELL


«—Bono conoció a la que sería su mujer en la prepa —dijo Park.
—Sí, y también Jerry Lee Lewis —contestó Eleanor.
—No estoy bromeando.
—Pues deberías. Tenemos 16 años —dijo ella.
—¿Y qué pasa con Romeo y Julieta?
—Superficiales, confundidos y, posteriormente, muertos.
—Te quiero, y no estoy bromeando —le dijo Park.
—Pues deberías.»
Agosto, 1986. 
Una pequeña parte de Omaha, donde todas las personas se conocen entre sí desde que eran pequeños, recibe la llegada de Eleanor, una chica con su destacable cabello pelirrojo, rizado y alborotado, junto a su vestimenta de camisas holgadas y corbatas atadas a sus muñecas. Y por otro lado, mantiene la presencia de Park, el chico que la mayoría del tiempo trae consigo un walkman, con su música favorita y sus audífonos, además de su ropa oscura de siempre.

Un primer día de escuela resulta importante para ambos, ya que ahí es donde se conocen por primera vez dando paso a una relación que al principio era incómoda y molesta, pero que fue transformándose en una compañía especial, donde se compartían miradas, roces inocentes en las manos,
llamadas telefónicas por la noche conformadas por susurros y confesiones música, lectura de cómics al mismo tiempo, tanto en el autobús, como en cualquier parte en la que pudieran estar juntos
Había visto este libro hace mucho, pero cuando me animé a leerlo, fue gracias a mi Sunshine (Valeria, mi mejor amiga desde la infancia), ya que en una ocasión mencionó que era su libro favorito y que quería compartir su opinión conmigo, así que lo leí.

En esta edición, me gusta mucho la portada, ya que las ilustraciones son los dos personajes principales, y es interesante que sus nombres sean el título, ya que literalmente la historia son ellos y su vida en complemento, así que se representa muy bien.

Me gustó mucho el hecho de que el libro esté narrado desde la perspectiva de cada uno, ya que se pueden ver los dos lados de su historia. También me encantó la manera en que se les describe a los personajes puesto que se perciben fácilmente sus particularidades tan reales y se muestra a unos simples jóvenes con sus diferentes gustos y formas de ver la vida que los rodea.

Respecto a la evolución de ambos personajes, la de Park se nota bastante, ya que con anterioridad era más reservado pero destacable, y según palabras de Eleanor: él tenía ese aire misterioso, y más cuando se delineaba los ojos; también me gustó que fuera encontrándose a sí mismo, y a ver todo con una perspectiva diferente. Por otra parte, Eleanor también tuvo una transformación en el momento en el que comienza a abrazar a sus inseguridades y crea confianza. Se ve que en ambos persistía un tambaleo en sus evoluciones, pero fue muy reconfortante ver esa transición de principio a fin.


Además, otra cosa me resultó interesante fue el ir viendo la manera en qué ambos se van acercando el uno al otro, también lo es la manera en qué se expresan cuando conversan y el cómo surge la curiosidad entre los dos, ya que a pesar de que eran diferentes, se complementaban de una manera muy especial.

Ahora, hablando del final, éste llegó a mí sin darme cuenta, ya que no lo parecía, es decir, pensé que después de leer algunas palabras de Park, había más después de eso. Hablando de su relación en sí, fue algo que no acabó, sino que solo quedó ahí, un lugar donde ambos se amaban y en el cual nadie podría interferir.

Eleanor:
—No me gustas, Park —repitió Eleanor en un tono que, por un instante, sonó como si hablara en serio—. Yo...—su voz casi se esfumó— creo que vivo por ti.

—¿No podemos buscar un sitio para estar juntos? ¿Adónde van los demás cuando quieren estar juntos? Por mí no hace falta ni que bajemos del coche...

Con Park no había nada de qué avergonzarse. Nada era sucio con Park. Porque Park era el Sol, y no se le ocurría mejor modo de explicarlo.

Park:  
—No me gustas —le dijo—. Te necesito.

El cabello de Eleanor capturaba el fuego del alba. Sus ojos eran oscuros y brillantes. Los brazos de Park no albergaban duda alguna.
La primera vez que tocó la mano de Eleanor, lo supo. 

Eleanor tenía razón. No era guapa exactamente. Emanaba algo artístico y el arte no buscar ser bonito, busca despertar tus sentimientos.
Este libro me dejó una triste y bonita historia de un primer amor, donde persistía la inocencia y la dulzura, además de la expresión de dos adolescentes enamorados.

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